martes, 3 de enero de 2012

El sino me repite

Goya, "El sueño de la razón produce monstruos"



    Se ha hablado mucho del destino, del sino, desde la antigua Grecia con sus oráculos y vaticinios, pasando por el romanticismo con su drama amoroso hasta la crisis económica a día de hoy con sus desempleos y congelaciones de pensiones, que parece que no remontan. En fin, se ha hablado de él a veces como algo incontrolablemente trágico, trágicamente irremediable, irremediablemente fatal ó fatalmente incontrolable, pero todas estas versiones, si uno se detiene, se fija y si lee, ya no entre líneas, sino las propias líneas, se dará cuenta de que se parecen bastante entre sí. En contraposición, también está la otra versión, la de la “Teoría del mundo justo”, cada cual recibe lo que se merece. Bueno, pues todo tiene su lógica y unas concepciones no tienen por qué anular a las otras.

   La tendencia de uno mismo a ser como es, suele generar las mismas consecuencias siempre que se comporte de la misma forma. Así pues, el destino podría estar escrito en nuestros genes por un lado y en el ambiente, que nos hizo como somos, por otro.

    Ahora he comprendido qué es el destino. El destino es todos los finales de las historias que comienzas que terminan igual porque tu forma de ser lo dicta, tu forma de pensar, tus actos siempre conducirán a lo mismo, y ese es tu destino, existe porque tu lo dejas vivir. Por eso no se aprende de los errores cuando se vuelven a cometer, porque sigues siendo tú con tus maneras y tus formas.

   Todos nosotros tenemos patrones de comportamiento que vienen definidos en gran medida por nuestra personalidad (véase los “Big five”) y en menor medida, pero no menos importante, por los rapapolvos de nuestras madres, pero eso es otra historia. Los patrones de comportamiento, decíamos, también definen las consecuencias que la vida tiene asignadas a cada cual, dejando aparte todas las enfermedades que surgen sin un origen claro y algunos accidentes repentinos. Si tu respuesta a una mala palabra suele ser la agresividad, puede que te veas envuelto en más peleas que la persona que responda con paciencia, aunque puede que con esta, la gente se permita más faltas de respeto que con la anterior.  Cada cual tiene su historia y cada tendencia de ser tiende a acarrear unas consecuencias, ese es el destino, y está tanto en nuestra mano como lo está el cambiar de forma de ser, no tiene por qué ser de arriba abajo, puede que sea sólo algún detalle.

   Por eso está tan fuera de nuestro alcance modificarlo cuando no nos damos cuenta de que sutilmente vamos labrando lo que recogemos cuando te paras a pensar en lo que tienes. Pero si de verdad te pararas a pensar qué hace que la historia se repita, te darás cuenta de que hay mil y una soluciones para que las cosas salgan de otra manera, a veces es una llamada, otras un dejar de llamar; a veces es una mirada, otras es dejar de mirar; una palabra, un pensamiento feliz, un gesto; comprar algo o compartirlo, quizá robarlo; sentarte al lao y callarte para escuchar ó decir “hasta aquí, vete ya”; a veces es solamente que necesitabas echar una siesta o un cigarro; cagar en el momento clave también suele funcionar; bailar o cantar, viajar, follar, leer, comer, saltar, llorar ó reír, parar un poco, valorar lo bueno y lo malo y pensar en lo que realmente quieres ó por el contrario, dejarte llevar sin agobiarte por no tener todo bajo control...

   No sé, lo que sea que cambie tu forma de hacer las cosas, siempre y cuando no te gusten tus consecuencias. Romper el patrón y coserte un traje nuevo.

   Hay ocasiones en que no es nada fácil cambiar ese defecto, es preferible quedarse en el calorcico de la costumbre del error que moverse y esforzarse en el cambio.

    Lo que intento decir es que el destino sí que nos viene escrito si no nos damos cuenta de que no somos perfectos, que están bien los defectos porque son la salsa de los desaguisaos que nos traemos, pero si no quieres que te repita el guiso, hay que ser sincero con uno mismo, coger al destino por los huevos, y cambiar.

    Buenas noches a los que hayan podido terminar de leer esto.

P.D.: nada de lo que está aquí escrito es científico y si lo es, quiero pruebas. En definitiva, estoy diciendo lo que me sale del cebollo y punto. Gracias.

1 comentario:

  1. todo esta en continuo cambio; tanto nosotros como lo que nos rodea. La busqueda de nuestro yo mas puro es infinita. Ese yo que mucha gente anhela encontrar es en si mismo ese conjunto de cambios en un contexto concreto.

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