sábado, 1 de diciembre de 2012

No me lo digas


Ruven Afanador
Las excusas que se ponen a unx mismx son, si no se cuentan, las más ingeniosas, son, si se delatan, las más absurdas, son, de todas formas, invenciones propias para no creer en la realidad.



Qué difícil es descubrir por qué cuesta tanto admitir lo que realmente duele cuando pasa. Relacionar el dolor con la realidad. Qué cosa tan estúpida.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares