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El bosco, fragmento de "El jardín de las delicias" |
Cuando se termina el día y me acuesto para descansar, duermo tan profundamente que es como si muriera cada noche. Cuando sueño se me presenta el cielo espumoso para encontrarme de frente con el paraíso cercado por las vallas que terminan en las puertas celestiales donde San Pedro me espera para detenerme.
Cual portero de discoteca, lo imagino vestido de corbata negra, con el mentón hacia arriba, mirada por encima del hombro y con aire desdeñoso me dice que no cumplo los requisitos, porque no soy como ellos, por no cumplir las leyes terrenales como los mortales adiestrados para asentir ante cualquier orden o moda que se les imponga para que la sigan. Allí solo entraban los esclavos de la doctrina divina que te limita a decir lo que esperan, que se siente poderosa para decir lo que está bien y lo que está mal, que discrimina, evalúa a cada persona y la encasilla en un lugar casi siempre inferior para que no la superen y si la ley sagrada tiene que pisar porque alguien se subleva, pues no hay piedad y pisa. Todos bailaban demostrando lo mejor de sí mismos, desde seminaristas hasta canis, mirando alrededor y comparándose los unos con los otros, intentando adivinar quién será el que más diste de enseñarse como es llegando a parecer hasta de plástico.

Te sentías a gusto porque eras libre y sin límites ni fronteras, por eso la gente era mucho más imaginativa, todos eran filósofos, y se proponían ideas y abstracciones tan fuera de la realidad que podían materializarlas en el aire y alimentarse de ellas. En aquella pompa-infierno, se trataban como se tratarían a sí mismos, no había malentendidos porque todo el mundo hablaba diciendo lo que quería decir, sin más.
No volví a despertar como en los cuentos malos donde todo termina como si hubiera sido un sueño. Yo sigo viviendo en ese lugar.
Guay, tiene un toque a Dante, a Carrol, una pizca de dadaísmo, unos toques de Breton... Y las pinturas elegidas me han encantado. Muy buena entrada.
ResponderEliminarHermanos a pecar como marranos! arantxi tengo ganas de irme de juergaxxxxxxx contigo!
ResponderEliminarpor cierto mientras lo leia no he podido acordarme de un señor con rifle tras unas langostas que saltan del puchero!
Sin palabras! muy bueno.
ResponderEliminarCuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
**Tú serás completamente libre cuando sepas amar sin juzgar**
Bonito lugar, si hay sexo me apunto.
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